KAIRÓS, revista de ciencias económicas, juridicas y administrativas, 8(14), pp. 193-210. Primer Semestre de 2025
(Ecuador). ISSN 2631-2743. DOI: https://doi.org/10.37135/kai.03.14.10
Lineamientos para una política criminal racional
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De modo que se deben evitar errores sustanciales. El primer error al formular una PC es el
uso de la categoría de delito, el cual es totalmente inútil y contraproducente desde el punto de
vista del análisis político-criminal (Binder, 2016, p. 212); pues no se debe hablar en términos
abstractos cuando se desea tener una visión clara de un conicto. El otro error es la idea de
castigo, el cual no importa tanto para la PC, sino que la misma se interesa más por el control de
criminalidad. El tercer error tiene que ver con la excepcionalidad y los tipos de personas, pues
por un lado no se debe usar la violencia en conictos donde no exista regularidad y tampoco
se debe dirigir la gestión del conicto sobre personas especícas, pues lo que se busca es de
detectar regularidades sociales (Binder, 2016, p. 215). Estos lineamientos coadyuvan a decidir
si intervenir o no con violencia.
Pues bien, la PC democrática tiene una nalidad: evitar el abuso de poder y la violencia. Para
tal n, hay que considerar el contexto donde se produce la conictividad. Un error común es el
de considerar la criminalidad como un fenómeno local, cuando se trata de una cuestión global.
Entendida la PC desde ese ámbito, se pueden formular estrategias para solucionar conictos
que afectan en gran medida a la sociedad. En ese sentido, los medios de comunicación son un
factor destacado en la gestión de la conictividad, dada su incidencia en el actuar colectivo y
su inuencia sobre los diversos tipos de violencia social.
De ese modo, no es menos importante que en la actualidad la persona se autoexplota creyendo
que se realiza (Han, 2014, p. 180) para conseguir nes impuestos por la publicidad consumista.
La propaganda viral que se lleva a efecto en redes sociales sobre los hechos violentos genera
una sociedad paranoica donde se trata de buscar un chivo expiatorio de turno a n de descender
la pulsión de muerte colectiva (Han, 2022, p. 21). El sistema penal continuará, como lo ha hecho
hace siglos, persiguiendo a los vulnerables, que en el momento actual son los excluidos, aquellas
personas impedidas de acceder a los nes impuestos por dicha publicidad. El poder punitivo
se ensaña contra grandes mayorías de vulnerables. Es así que, el neoliberalismo impone nes
sociales donde imperan la optimización y el consumo desmesurados, mientras nuestra región se
torna inequitativa y empiezan a surgir campañas de ley y orden. El panorama es desalentador. Y
ante esto, la política pública en la que se incluye la PC tiene la tarea apremiante de formularse
desde un enfoque democrático y humano. Se debe pensar en la liberación colectiva.
Para tal nalidad, el monopolio de la violencia que dispone el Estado debe ser concebido como
un proceso de absorción de la violencia social (Binder, 2016, p. 238), lo que se traduce en que se
aplicará la violencia solo donde sea necesario, detectando brotes de violencia social con graves
afectaciones a los derechos humanos; caso la intervención se anula. Operando de esa manera se
logra la reconversión del monopolio de la violencia. La reconversión de la violencia signica
redenirla, con elementos que legitimen su intervención, pues el Estado debe intervenir en el
conicto de manera distinta a como lo harían las personas del conicto (Binder, 2016, p. 237),