KAIRÓS, REVISTA DE
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FACULTAD DE
CIENCIAS ECONÓMICAS, JURÍDICAS Y ADMINISTRATIVAS
CIENCIAS POLÍTICAS Y ADMINISTRATIVAS
negativa, respecto del cual es claro que el término no se
aplica; c) la zona de penumbra que cubre aquellos casos
respecto de los cuales su aplicación es dudosa.
Latina” y cuales no. En el fondo, todo depende de cómo
se conceptualice este término. Si se entiende como las
naciones pertenecientes al hemisferio americano donde
se infundió la cultura latina, o se refiere a las antiguas
colonias de países europeos donde se hablan lenguas
romances, es decir, derivadas del latín (España, Portugal
y Francia); la extensión del término también varía si
se entiende como el conjunto de naciones de América
Central y Suramérica, o si incluimos o excluimos el
Caribe.
El objetivo, por tanto, con la justificación debida es definir
qué naciones componen el núcleo duro o de certeza
positiva del concepto de “América Latina”.
Larespuestamásaccesibleymenosproblemáticapareciera
ser la geográfica. Geográficamente América latina es el
conjunto de los países de América del Sur y América
Central (incluyendo México), es decir, todo el hemisferio
con exclusión de América del Norte. Tal postura de
plano no puede ser del todo correcta y, como se verá más
adelante, genera confusión. En efecto, Latinoamérica
suele ser un término con el que se generaliza a países de
América Central como Belice, colonia británica y vigente
miembro de la mancomunidad británica de naciones; o
países de América del Sur como Surinam o la Guyana
Francesa. También se suele aplicar indiscriminadamente
a las islas del Caribe, de habla inglesa y holandesa, que
reclaman independencia de trato, en reivindicación de su
Aparte de esto, el epíteto “Latina”, sin duda alguna
cuenta con una justificación histórica y de pretensiones
hegemónicas. En Francia, bajo Napoleón III, se impuso
este nombre con el fin de influir en las naciones “latinas”
de América, interfiriendo en la égida de las naciones de
la península Ibérica y detener igualmente la expansión de
los Estados Unidos. De este modo, crear un bloque que
hiciera contrapeso al bloque anglo (Torres, 2016).
La latinidad tenía la ventaja de borrar los vínculos
particulares con España y otorgar un contexto de
justificación a una intervención francesa, sobre naciones
que consideraba hermanas dentro de la tradición latina
y romanista. Esa latinidad se opone de este modo al
pasado colonial español, que prefería el término América
Hispánica, donde prevalecían los derechos de la madre
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propia identidad cultural y geopolítica .
América Latina es una región de gran diversidad,
habitada por 626 millones de personas que hablan
español, portugués, inglés, francés y cerca de 400 lenguas
indígenas. A pesar de esto, hay quienes afirman que la
América Latina es aquella que cubre exclusivamente
las naciones de cultura latina de América. Al respecto
encontramos casos como Canadá, que tal vez sea más
latina que la Guyana, o Puerto Rico, estado libre asociado
de Estados Unidos que, obviamente, no parte del
subconjunto latinoamericano, o Guyana donde se habla
inglés; y el Surinam de habla holandesa que para varios
geógrafos forma parte de América Latina.
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patria . Igualmente se hace un término que se opone a
un panamericanismo norteamericano, como movimiento
que pretende fomentar las relaciones y la colaboración
entre los Estados de América, bajo una peculiar y
subyugante vinculación entre Estados Unidos y el resto
de las repúblicas del continente. Paradójicamente, frente
a esta perspectiva, surge otra que identifica a América
Latina con la parte del continente no norteamericana; en
rechazo a la generalización de identidad entre Estados
Unidos y América.
Como se puede evidenciar, se genera en la literatura
geográfica, sociológica y geopolítica, una especie de “zona
gris” respecto a qué naciones componen la “América
Así, Iberoamérica, Hispanoamérica, Indoamérica,
Amerindia, Euroindia y varios más han sido términos
en competición por la denominación de un pedazo
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Al respecto sin embargo, es importante resaltar como la Comisión
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sumamente importante de territorio . Sin embargo,
Económica paraAmérica latina – CEPAL- pareciera aplicar este criterio,
ya que en sus estudios estadísticos presenta el conjunto de 46 países
correspondientes a la totalidad de América Central y del Sur: Anguila,
Antigua y Barbuda, Antillas Neerlandesas, Argentina, Aruba, Bahamas,
Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba,
Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada, Guadalupe, Guatemala,
Guyana, Guyana Francesa, Haití, Honduras, Islas Vírgenes Británicas,
Islas Caimán, Islas Malvinas (Falklands), Islas Turcas y Caicos,
Islas Vírgenes de los Estados Unidos, Jamaica, Martinica, México,
Montserrat, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico,
República Bolivariana de Venezuela, República Dominicana, Saint
Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y Las Granadinas, Suriname,
Trinidad y Tabago y Uruguay.
se reitera, se ha impuesto “Latinoamérica” o “América
Latina”, nombre usado por Napoleón III y refrendado
posteriormente por Charles de Gaulle, como expresión
5 Valga advertir que el hispanoamericanismo no es meramente una
nostalgia colonial, sino una reacción antiimperialista, por ejemplo
contra las pretensiones napoleónicas en México.
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Todos estos términos no se refieren exclusivamente al territorio
entendido como espacio geográfico o estatal. También pueden reseñar
al territorio como relación social en el espacio. Por ejemplo Indoamérica
pretende conceptualizar un conjunto social, una comunidad integrada
por un componente étnico o racial.
Revista Kairós, Vol. 2 (2019) No. 3, pp. 30-41, Julio - Diciembre, Universidad Nacional de Chimborazo, Riobamba-Ecuador - ISSN No. 2631-2743
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