
El trastorno del espectro autista (TEA) frente al reconocimiento de derechos constitucionales ...
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KAIRÓS, revista de ciencias económicas, juridicas y administrativas, 6(10), pp. 52-73. Primer Semestre de 2023
(Ecuador). ISSN 2631-2743. DOI: https://doi.org/10.37135/kai.03.10.03
Mentales (DSM) y la Clasicación Internacional de Enfermedades (CIE), donde se ha
podido identicar ciertas confusiones.
La Organización de Naciones Unidas (ONU), luego de la segunda guerra mundial, encarga
a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la revisión de ediciones posteriores a las
propuestas por la Bureau de la Santé de la Société des Nations (SDN); así surge la CIE-5
como la primera edición revisada de la Clasicación Internacional de las Enfermedades
publicada por la OMS, donde el autismo solo encontraba su lugar dentro del capítulo
consagrado a las psicosis esquizofrénicas del adulto (Garrabé de Lara, 2012), identicando
que la referida clasicación en su séptima edición incluye un apartado especíco donde se
considera a las enfermedades mentales. Desde aquí han transcurrido más de cuatro décadas
de discusiones de diversa índole sobre el autismo hasta que ha sido incorporado a los
manuales diagnósticos; sin embargo, la gnoseológica del autismo, ha estado todavía lejos
de ser consolidada como denitiva. Autores como Espíndola & Serrano (2016) señalan que:
El autismo fue descrito en 1943 por el Dr. Leo Kanner -quien aplicó este término a un grupo
de niños/as ensimismados y con severos problemas de índole social, de comportamiento y de
comunicación-, sin embargo, recién en 1980 fue considerado por primera vez como entidad
nosológica independiente, con el nombre de Autismo Infantil. Posteriormente, en 1987, se
lo deja de denominar autismo infantil para nombrarlo como hoy día se conoce: Trastorno
Autista. Con este cambio de nombre se trata de eliminar la idea de que el autismo es una
alteración exclusiva de la infancia y se encuadra en un nuevo grupo de trastornos de inicio
infantil: los Trastornos Generalizados del Desarrollo (p.7).
Es importante resaltar que personas con características descritas por ellos, han existido a
lo largo de la historia de la humanidad, logrando identicarse algunos escritos como los de
Martin Lutero (1483-1546); Johannes Mathesius (1504-1565); Dr. Jean Itard (1970); Harlan
Lane (1976); Carl Gustav Jung (1923). Por otra parte, podemos mencionar aproximaciones
conceptuales como: esquizofrenia de inicio precoz, síndromes parecidos a la esquizofrenia o
cuadros regresivos en la infancia; relacionadas con lo que posteriormente Leo Kanner llamaría
Autismo en el artículo “Autistic disturbances of aective contact”.
Esta obra describe el comportamiento similar de 11 niños (8 hombre y 3 mujeres), con las
siguientes características: 1) incapacidad para establecer relaciones; 2) alteraciones en el
lenguaje, sobre todo como vehículo de comunicación social, aunque en 8 de ellos el nivel
formal de lenguaje era normal o sólo ligeramente retrasado; 3) insistencia obsesiva en
mantener el ambiente sin cambios; 4) aparición, en ocasiones, de habilidades especiales; 5)
buen potencial cognitivo, pero limitado a sus centros de interés; 6) aspecto físico normal y
“sonomía inteligente”; y 7) aparición de los primeros síntomas desde el nacimiento. Aquí
dene el autismo como “alteración autista innata del contacto afectivo” (Kanner, 1943);